17 de agosto de 2011

TOMATINA 2011











Sábado 13 de agosto a las 9h, el comando tomatina se dirige a su primera misión. Impedir que el clostridiun (bacteria letal anaerobia, es decir, que ni respira ni deja respirar), se adueñe de la gran fuente de energía: el elixir del fruto de la valiosa planta Solanum lycopersicum (tomates, en nuestro caso de pera).


Para ello dispusimos de una sola nave pilotada por nuestra comandante Ana, que tras largos años de investigación y seguimiento del clostridium, había encontrado su punto débil. Podría llevarnos a su completa destrucción...


Albergando esa gran esperanza, la comandante junto con el resto de equipo: los druidas Isabel y Paco, y las encapsuladoras Cheles, Pili y Ana (es la misma Ana de antes, que la tenemos pluriempleada), intentaríamos acceder a los núcleos de producción ubicados en San Mateo de Gállego. Donde nos esperaría nuestro contacto, el agente hortelano Félix.


Gracias a la ayuda de nuestro agente, conseguimos hacernos con un gran número de frutos (80Kg de tomate a ojímetro, y 110Kg con nuestro simulador de peso).


Después de acompañarnos a la base de operaciones, comenzamos a intuir que la misión iba a ser dura, muy dura!!
-"¿Imagino que traerán provisiones?La jornada va a ser mas larga de lo que se imaginan- apuntó nuestro agente Félix y su acompañante Carmen."


Afortunadamente nuestra druida Isabel nos sorprendió con ricos nutrientes (una tortillita de patata para chuparse los dedos). Todavía estamos pensando que hubiese sido de nuestro comando sin esos nutrientes. Fue la clave de nuestro éxito.


Tras varios intentos frustrados, y con la colaboración de nuestro miembro de la base de operaciones (Carmen), conseguimos hacernos con la técnica. No sin hacer uso de instrumentos clandestinos, que permitieron acelerar nuestro proceso (eso que se lo pregunten al Paco y a la Isabel).


La operación finalizó a las 19h, y regresamos con un gran cargamento de muestra de elixir encapsulado (unos 18 botes por barba). Además de varios ejemplares del fruto de la cucumis melo (melones) y Citrullus lanatus (sandias) de grandes dimensiones, que estuvieron a punto de impedir el despegue de nuestra nave, y dificultar la salida de algún tripulante.



A día de hoy no estamos todavía seguros del resultado de nuestra misión, aunque intuimos que vamos por buen camino.

Desde aquí solicitamos ayuda de algún ser racional, dotado o no de alma, que ose experimentar los efectos del elixir obtenido.



Pili Aznar