No había resaca, la Nochevieja fue tranquila, y como somos mú formales, ya no cometemos excesos como cuando éramos mas jovenzanos.
Poco a poco empezó a venir más personal, y los pekes, cuanta alegría impregnan en esas paredes y en esos suelos, todavía sin mucho material, pero para que hace falta más??? Hay niños/as pues hay diversión asegurada, además los guantes desechables dan mucho juego.
Mientras los mayores atacábamos la mesa llena de vinos y manjares diversos, las charradas y las risas fueron la nota dominante, aparte de desearnos lo mejor para este año y los próximos. Estuvimos bastantes familias, y ya se hizo alguna quedada para adecentar el local, falta menos pero hay que darle un empujón entre todos/as.
El tiempo se pasó en un plis-plas, claro cuando se esta tan bien, el reloj corre deprisa, pues eso, que el 2010 lo hemos empezado como se merece, entre brindis (creo que no hubo, pero queda bien), bocado y bocado, el correteo de pequeños y esa desbordante alegría que llevamos en el cuerpo.
Ramón
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