10 de abril de 2010

CRÓNICA POR EL MATARRAÑA 2 Y 3 DE ABRIL

Quedamos en variada convocatoria para aprovechar un poco estos días de fiesta.
Nos juntamos en total 8 familias para recorrer las tierras del Matarraña, este rincón de Teruel tan bonito y tan singular.
Empezamos por la Freixneda, pueblo con un sabor medieval, con una plaza mayor en conjunto arquitectónico y un ayuntamiento gótico-renacentista. Después de echar un cafelito, nos dirigimos a la granja de cabras, por la carretera fuimos andando con los pekes cogidos por una cuerda, cantando canciones en alegre armonía. Manel nos esperaba y después de las presentaciones, nos enseño las cabras y pudimos darles de comer con la mano, luego las ocas que no paraban de chillar y los cabritos que eran bastantes, saltaban por el corral. Tenían también dos gatos que se dejaban acariciar, luego vimos dos burras y para terminar visitamos un pequeño huerto, vimos las gallinas por la ventana y a jugar entre las alpacas de paja, corriendo al pilla-pilla, por un laberinto lioso en pleno campo.
Compramos queso rico, rico, el año pasado les concedieron el premio al mejor queso de Aragón.
Luego nos fuimos dirección Rafales, otro pueblo del Matarraña, donde avistamos una fuente con bancos de madera y unas barbacoas. Allí desplegamos nuestras unidades y caímos sobre la hierba, sacamos viandas y bebidas, el sitio se llamaba la Font Vella, los pekes comieron en dos mantas desplegadas, y Lupo el perro de Oscar, jugaba con ellos, corriendo mucho y ladrando un poco. Buen sitio para comer y estar tranquilos un rato.
Salimos a visitar el Moli de Hereu y un recorrido botánico junto al pueblo. Ante nuestra sorpresa, desde la ventana del Moli, nos llaman la atención de que no hagamos ruido, hay gente durmiendo la siesta. Le decimos a la señora que queremos ver el museo, y después de marearnos un rato, dice que no encuentra las llave, nos vamos un poco enfadados, pero nadie nos va a amargar el día.
Andamos un rato por el jardín botánico donde hay varias especies arbóreas autóctonas, flores diversas con letreros explicativos, de las especies de la zona, y después subimos al pueblo visitando el lavadero y la antigua cárcel.
En la plaza hay mesas y un bar donde tomamos café, y los pekes se zampan unos helados. Rápidamente se hacen fuetes en la plaza, tomando la fuente como referencia y sin hacer prisioneros. Charramos de lo humano (que pellis podemos echar en Tringoleta) y de lo divino, visitando la iglesia de Rafales antes de que cierren.
Ya nos despedimos, son las 6 de la tarde y algunos regresan a Zaragoza, y otros nos vamos a Alcorisa, donde Paco y Bea nos acogen en casa de su madre, así aprovechamos un poco mas el Teruel insólito. Cenamos y se produce una batalla de almohadas, cojines y niños/as saltando de cama en cama, estos/as son de La Paz-Torrero!!!
La mañana del sábado discurre tranquila, desayuno suave y un paseo subiendo al Calvario. Desde arriba de la peña vemos el pueblo de Alcorisa, bajamos con los pekes algo cansados, una comida rica y sabrosa repone fuerzas, y ya por la tarde, regresamos a Zaragoza que nos recibe con lluvia.
Lo hemos pasado de pistón, en grata compañia y visitando lugares donde se respira tranquilidad, y donde la piedra de sus casas lo realza.
Ramón

No hay comentarios:

Publicar un comentario